
Uno de los retos a los que se enfrenta la APBA refiere a la conservación y protección de la biodiversidad marina, como parte de su contribución a la mitigación del cambio climático y la resiliencia frente a él. Por ello, se encuentra en búsqueda constante de soluciones innovadoras que permitan potenciar la recuperación del mar, compensar la actividad humana y descontaminar determinadas zonas, permitiendo así la preservación del ecosistema marino y la biodiversidad, y garantizando su compatibilidad con la actividad portuaria.
Esta actuación ha consistido en la instalación de 6 microarrecifes biomiméticos o LBUs (Life Boosting Units), de la mano de la empresa Ocean Ecostructures, colocados en el Paseo de Ribera a 1m de profundidad.
Estas estructuras replican el funcionamiento de un arrecife natural, favoreciendo que las diferentes especies encuentren un espacio idóneo para colonizar y que evolucionen hasta desarrollar ecosistemas complejos.
Además de su instalación, se realizan seguimientos periódicos de la evolución de éstos mediante monitorización con robots submarinos, comparando la situación en el LBU con la misma pared sin estructura instalada, permitiendo así una cuantificación del nivel de colonización que se ha conseguido. En estos seguimientos, se obtienen datos de cantidad de biomasa, riqueza en diversidad de especies y cantidades de CO2 fijado.
Aportaciones en materia de sostenibilidad
La implementación de esta innovadora tecnología tiene como misión renaturalizar nuestros espacios marinos afectados por las actividades humanas, generando vida y contribuyendo a la recuperación de la biodiversidad en las aguas del entorno portuario.
Productos del proyecto
Más que un producto concreto, las acciones enmarcadas en este proyecto tienen como resultado un aumento en la riqueza ecosistémica, que a su vez mejora la calidad de las aguas y demuestra que las actividades portuarias son compatibles con el fomento y mejora de la biodiversidad en la zona.